Invierte en tus clientes

Al supervisar las cuentas de manera estratégica y aportar valor en cada interacción con los contactos clave, estrecharás lazos. Averigua cuáles son sus problemas, preocupaciones e iniciativas y ofréceles contenido, información y datos oportunos y relevantes. Adopta una actitud generosa y servicial y los clientes te recibirán con los brazos abiertos.

Tus clientes actuales también pueden ser valiosas fuentes de recomendaciones. Probablemente están en contacto con un grupo de profesionales afines con puestos y contextos similares. Busca clientes que tengan un contacto en común con posibles compradores y estarás mucho más cerca de ganar posibles clientes ideales. Después de todo, los posibles clientes estarán más dispuestos a interactuar con un profesional recomendado por alguien de su confianza que con completos desconocidos.

De hecho, los responsables de las decisiones aceptan más de la mitad de las solicitudes de contacto cuando provienen de alguien con quien tienen contactos en común.³

Cuando llegue el momento, recuerda que es mucho más fácil solicitar validaciones y testimonios si tú has hecho lo mismo por tus clientes. En otras palabras, debes dar para recibir. Con una actitud proactiva y generosa, tienes más posibilidades de recibir recomendaciones sin siquiera pedirlas. Simplemente haz recomendaciones merecidas y sinceras.